Anillo S20

Anillo de Acero Quirúrgico con Baño de Plata 925

Características

• Aspecto idéntico a la plata 925: Visualmente, es casi indistinguible de un anillo de plata 925 maciza, ofreciendo el mismo brillo y elegancia.
• Base de acero quirúrgico: Proporciona una base resistente y duradera, que no se oxida, no se corroe y es muy difícil de deformar o rayar.
• Hipoalergénico (con salvedades): El acero quirúrgico es altamente hipoalergénico. Sin embargo, algunos procesos de baño de plata pueden incorporar níquel o cobre como agentes adherentes, lo que podría reducir ligeramente la propiedad hipoalergénica en personas extremadamente sensibles. Es importante verificar esta información con el fabricante si tienes alergias severas.
• Versatilidad: Combina la resistencia para el uso diario del acero con la estética clásica y atemporal de la plata.

Cuidados del Anillo de Acero Quirúrgico con Baño de Plata 925

• Evita el contacto con químicos: Quítate el anillo antes de aplicar perfumes, lociones, cremas, lacas para el cabello o cualquier producto cosmético. Los químicos pueden acelerar el desgaste del baño de plata y hacer que se oscurezca más rápido.
• Evita el agua (especialmente clorada y salada): No uses el anillo al ducharte, bañarte, nadar en piscinas (el cloro es muy corrosivo) o en el mar (la sal es dañina). La exposición prolongada al agua puede deteriorar el baño. Si se moja accidentalmente, sécalo inmediatamente y a fondo con un paño suave.
• Retíralo durante actividades físicas: La transpiración excesiva puede contener sales y ácidos que aceleran la oxidación del baño de plata. Es mejor quitarte el anillo antes de hacer ejercicio.

• Usa un paño suave de microfibra o algodón para pulir suavemente el anillo y eliminar huellas dactilares, aceites naturales y suciedad superficial después de cada uso.
• Si necesita una limpieza más profunda, prepara una solución de agua tibia con unas gotas de jabón neutro. Sumerge el anillo por unos minutos y luego frótalo suavemente con el mismo paño suave o un cepillo de cerdas muy blandas.
• Enjuágalo con agua limpia y fría para eliminar todo residuo de jabón.
• Sécalo completamente de inmediato con un paño suave, asegurándote de que no quede humedad.

• Guarda tu anillo en un lugar fresco y seco, preferiblemente en una bolsita de tela suave (como las de terciopelo) o en un compartimento separado en tu joyero. Esto lo protegerá de arañazos y del contacto con el aire y la humedad, que pueden acelerar el empañamiento de la plata.